Historia Económica Mundial de Allen


El ensayo realizado por el historiador económico Robert C. Allen presenta distintas situaciones mediante las cuáles se puede comprender los distintos factores que impulsaron y favorecieron la aparición de la gran divergencia existente entre las potencias occidentales y el resto del planeta

El ensayo reúne su atención en torno a tres preguntas fundamentales en las que basa su narrativa, en primer lugar busca explicar los motivos que desencadenan la gran divergencia y como esta se da en Europa en lugar de en otra parte del mundo y es que con los datos previos a este fenómeno económico, a mediados del siglo XV, la situación entre los países occidentales y los asiáticos no era tan dispar en cuanto al ratio de subsistencia de los trabajadores o la producción de ciertos productos, incluso los países asiáticos como la India o China poseían ciertas industrias más desarrolladas que las europeas.

 Ratio Subsistencia de los Trabajadores 1325-1900

Por lo que entonces, ¿Si la situación era tan similar en el planeta porque Europa fue el continente en el que se produjo ese gran despegue económico?

Allen, identifica como los dos hechos claves para esta divergencia económica tan pronunciada en Europa al Descubrimiento de América y a la Revolución Industrial

El Descubrimiento de América es sin duda el punto de partida que da pie a la división económica que encontramos en la actualidad. La llegada de productos americanos, como metales preciosos, azúcar, café, algodón y esclavos a Europa y Asia, así como la introducción de productos del Viejo Mundo en América, generó un intercambio comercial donde el oro y la plata extraídos de América sirvieron como moneda que respaldaba un comercio global que dio un gran impulso a la economía europea y creó una interconexión económica sin precedentes.

En conclusión este proceso sentó las bases para el desarrollo del capitalismo y estableció las primeras formas de globalización económica, siendo el paso previo a la Gran Divergencia Económica de Europa.

Desentrañando la Gran Divergencia Económica de Europa

Una vez comprendidos los antecedentes inmediatos al despegue europeo con respecto al resto de territorios hemos de pasar al factor diferencial que causó la Gran Divergencia, la Revolución  Industrial.

La Revolución Industrial inauguró primero en Inglaterra y luego en el resto de Europa y Norteamérica una era de crecimiento económico continuado que facilitó la prosperidad de masas actual a través de un enorme cambio tecnológico, combinado con un conjunto de innovaciones técnicas que posibilitaron una gran mejora de la productividad generando una ventaja comparativa que, primero los británicos y luego los europeos y norteamericanos, aprovecharon para dominar los mercados internacionales.

Una vez resuelta la primera cuestión y sabiendo que la Revolución Industrial fue el motivo que provocó el despegue europeo, el autor se pregunta ¿Cuál fue el motivo que determinó la aparición de esta en Europa o más concretamente en Gran Bretaña?

El contexto de la Inglaterra del siglo XVIII era ideal para un sistema de innovaciones constantes, el precio de la energía era bajo por la abundancia de carbón, el sistema impositivo no era del todo asfixiante. Además, la comparación de Allen de los salarios en el curso de la historia europea mostró que los trabajadores londinenses de finales del siglo XVII e inicios del XVIII recibían mejores salarios, en términos reales, que los trabajadores de otras partes de Europa. Los datos de Allen muestran que algunas de las ciudades más florecientes de Europa, como Florencia, París, Madrid, Milán, etc., estaban a la par con Londres hacia mediados del siglo XV. Sin embargo, mientras que estas ciudades europeas experimentaron un declive de los salarios en los siglos previos a la Revolución Industrial, los salarios en Londres se mantuvieron altos. Este contraste en el desarrollo de los salarios se puede apreciar en la Figura 1.

Figura 1: Comparación de salarios reales en toda Europa según Allen, 1400-1800 Fuente: Allen (2001).

Allen utilizó hábilmente este patrón de divergencia para explicar la posición de Inglaterra como líder en la Revolución Industrial, argumentando que “el alto costo de la mano de obra inglesa hacía rentable a los productores ingleses reemplazar a los trabajadores con máquinas” (Allen 2001, 2009). La explicación de salarios altos de Allen se considera comúnmente como la hipótesis principal de por qué la primera Revolución Industrial ocurrió en Inglaterra.

Por otra parte es cierto que trabajos posteriores han señalado ciertos problemas con el estudio original de Allen. Uno de ellos referente a la canasta de consumo utilizada por Allen para transformar los salarios nominales en salarios reales. Jane Humphries argumentó que “las necesidades calóricas de mujeres y niños no se tenían en cuenta correctamente y sugirió que el presupuesto subyacente al deflactor de costo de vida de Allen debería contener más calorías” (Humphries 2013). Allen respondió a la crítica de Humphries ajustando el consumo calórico de 1,940 calorías para un hombre adulto (y menos para mujeres y niños) a 2,100 calorías por adulto familiar (Allen 2015). Aun así este ajuste no afectó la conclusión original de Allen.

Respecto al resto de Europa y Norteamérica, estos países llegaron a codearse con los británicos gracias a un conjunto de cuatro medidas que consistían en motivar la innovación a través de la alfabetización y de un sistema bancario y crear un mercado nacional fuerte con aranceles a los productos británicos y la creación de una buena red de transportes.

Finalmente, la cuestión final con la que se cierra el ensayo no es otra que ¿Qué puede hacerse para superar la brecha del desarrollo?

Y es que pese a que en la actualidad países como China están rompiendo todas las expectativas de crecimiento y se encuentren con posibilidades de alcanzar a occidente gracias a un aumento de la educación y de la formación profesional, una política prudente y una cultura comprensiva, ¿qué sucede con el resto de países que se encuentran cerca o por debajo del umbral de la pobreza?

Estos países se encuentran frente al desafío de reducir el desfase con respecto a los países ricos, para ello la renta per cápita de los países de América Latina, África y Asia debe como mínimo doblar el 2% de crecimiento de los países occidentales para alcanzarlos en unos 60 años, esto supone un crecimiento del 6% del PIB. Allen plantea que el principal problema de estos países es que en muy pocas ocasiones se ha conseguido prolongar un crecimiento tan elevado durante un prolongado espacio de tiempo.

Este desafío puede ser superado siguiendo un modelo similar al de países como Corea del Sur o Japón donde al mismo tiempo hicieron frente a un desfase en educación, productividad y capital con respecto a los occidentales. Para esto una escolarización en masa y una acertada dirección estatal de la industria fueron y son las claves que hasta la fecha han mostrado mejores resultados para obtener las cuotas de crecimiento necesarias, aunque, como el mismo autor menciona, aún no está claro si los programas de estos países pueden trasplantarse a otros con los mismos efectos, por lo que la mejor política para lograr el desarrollo económico continúa sometida a debate.

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